viernes, 3 de julio de 2009

Vacío

Arián está solo, las calles por las que transita son diferentes pero para el nada cambia, todo sigue siendo igual.
El camina, camina, viene y va, ¿Qué busca?
Esa inercia, esa soledad, ese vacío lo hace único a él y a su mundo, hace único sus momentos, sus instantes de quietud.
Vaciado, despojado, desvirtuado, desnudo de todo sentir, del dolor, del ser feliz; como un transeúnte viajando sin rumbo, como una gota de agua amarga sin sentido que se esparce en el suelo frío o como un pensar que no se detiene para llegar ¿adónde? No lo sabemos...
El tiempo corre como él, el aire respira espásmos y él vacíos.
Cada momento ahora no son como los de antes, donde gozaba, sonreía... ahora no, ahora lo incineraron, ahora todo lo que alguna vez vivió quedó en el pasado y tal vez sufre recordando, sufre por cada imagen, por cada secuencia de palabras que llenan su cabeza el segundo que camina por esa orilla, y éste se transforma en minutos, en nudos de querer vomitar las palabras y hacer de ellas fuego para olvidar, omitir y enterrar toda esa mierda...

No hay comentarios:

Publicar un comentario