Mi cuerpo quiere el tuyo lleno de sed. Saciar tu sed. Desviar tu mirada hacia mi.
Y yo desubicada, como siempre, rompiendo el flujo de toda mentira.
No estas acá, no estas adonde quiero que te vayas.
Yo tengo que confesarte ese frío ágrido que sentí a través de vos.
Culpa tuya atravesaste todo, todo lo que tenía.
Mi cuerpo quiere el tuyo, lleno de agua, ahora lleno de alcohol y acostarme en vos, despertar en tu cama. Que nos levantemos, que desayunemos, que seamos, solo seamos. ¿Qué deseamos?
Solo seamos en la cama acida, celeste. Y que nos levantemos, que desayunemos...
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