Siento, a veces que no pertenezco, que no (te) pertenezco.
Cada tiempo que pasa, que pesa, reflejo en mí todo lo equívoco y así nada se sostiene.
Las veredas no son la mejor opción al igual que vos, lo que parece ser se desvanece a los pocos días del encuentro, y yo... como un personaje de telenovela pienso en curar algo insano. Las cosas no son como las pensás, no creas en mí ni en lo que te digo.
Descolocada, tu aliento es el que siento, que invade todo este lugar hasta la piel dibujada con olor a roce. Todo, todo que lo invade, sólo que ahora no te pertenezco.
A unos días de haberte visto pasar lo supe, lo supe como en una telenovela, conmigo es que estás como con nadie estoy, te sueño y deseo. Mezcla de alcoholes cuando te veo, mezclas en la boca de mi estómago, una impresión que pasa por mis venas, mis vasos y dejan algo, como un sabor a seguir...viéndote y que los días puedan al fin ser otros y multiplicarse y multiplicarnos entre los besos que nacemos.
Unas cosas que pasan dentro y ahí quedan y salen y vuelven a quedar, esas cosas es lo que pasa junto a vos, que tu boca se abra junto a la mía y tu lengua y saliva se derritan dentro, que tus manos acaricien mis piernas, mis axilas, que recorran la piel seca aún, que tus ojos y los míos se miren como dos vestigios, como surcando palabras cálidas y así seamos hoy los días que nos quedan para volver a vernos.